Feijóo, Meloni y el marxismo de Groucho del Partido Popular con la inmigración

Las personas son principios y que actúan guiadas por oportunismo o por un mero interés personal son una de las grandes lacras de la política.

Vox y algo importante que casi habíamos olvidado que lo podía hacer un político
El gran favor de todos los partidos españoles menos Vox a las mafias de la inmigración ilegal

Este jueves, el presidente nacional del Partido Popular (PP) de España, Alberto Núñez Feijóo, se reunió con la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. Sobre esta reunión, el sitio web del PP ha señalado que Feijóo dijo que su partido "será absolutamente respetuosa con la inmigración regular, pero “contundente” con la irregular para evitar que las mafias que trafican con personas puedan utilizarlas para hacer negocio".

Feijóo reconoció que las propuestas del gobierno italiano "han dado como resultado que Italia haya reducido la inmigración irregular en un 60%, mientras que España ha aumentado en el mismo porcentaje", y ha añadido: "La política migratoria en Italia funciona, en mi país no".

Confieso mi perplejidad al leer estas afirmaciones de Feijóo. Hace sólo cinco meses el PP apoyó en el Congreso una regularización masiva de 500.000 inmigrantes ilegales, una medida que sólo tuvo el rechazo de Vox, partido español que defiende las mismas tesis en materia de inmigración que Frateli d'Italia, el partido de Giorgia Meloni.

Vosotros érais muy jóvenes entonces, pero yo recuerdo que hace dos meses Feijóo provocó la ruptura de los gobiernos autonómicos del PP con Vox para ceder a la irresponsable política migratoria del socialista Pedro Sánchez, que consiste en repartir a los inmigrantes ilegales por toda España en vez de enviarlos de vuelta a sus países de origen.

Después de esa decisión de Feijóo, el presidente de Vox, Santiago Abascal, señaló que Feijóo "lo hizo a sabiendas de que a su socio de gobierno -Vox-, en varias regiones de España, no estaba de acuerdo y le ocasionaba una gran preocupación, y lo hizo condenando a la inseguridad, al efecto llamada, a las ocupaciones, a la delincuencia y a un coste económico cada día mayor para todos los españoles".

Podría decir que es de sabios rectificar, pero no veo que Feijóo haya hecho ninguna rectificación: se ha limitado a escenificar un cambio de opinión, igual que lo hace Sánchez cada vez que rompe su palabra. Feijóo es un abanderado del marxismo de Groucho, que se puede resumir en la famosa frase de "éstos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros". Si Feijóo fuese un político con principios, pediría perdón a Vox y reconocería que se equivocó al apoyar una regularización masiva de inmigrantes y al provocar la ruptura de los pactos con Vox.

Sé que el presidente del PP no reconocerá su error ni pedirá perdón a Vox porque Feijóo no tiene principios: se guía exclusivamente por cálculos electorales, y ahora se ha dado cuenta de que apoyar la irresponsable política migratoria de los socialistas le puede hacer perder votos. Si más adelante Feijóo creyese que apoyar la inmigración ilegal podría favorecerle, volvería a cambiar de discurso igual que lo hizo ayer.

Hace ya tiempo que en política, como en cualquier otro ámbito de la vida, no basta con apoyar al que defiende lo correcto: hay que apoyar al que lo defiende con convicción, y no al que lo hace por mero oportunismo. Si apoyas al segundo, lo que tendrás posteriormente son cambios de discurso como los que exhiben Feijóo y Sánchez, sacrificando sus compromisos a su interés personal y estirando al máximo las tragaderas de sus respectivos votantes.

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Foto: Partido Popular.