Maduro secuestra a españoles aprovechando la debilidad y la complicidad de Sánchez

La historia demuestra que los totalitarios, los terroristas y -en general- los criminales de cualquier clase se crecen con el miedo ajeno.

La operación de Sánchez para hacerle un gran favor a Maduro fingiendo un acto humanitario
La lista de los políticos españoles, todos de ultraizquierda, que avalan a Nicolás Maduro

Este hecho es aplicable a dictadores como Vladimir Putin, a los terroristas de ETA y de Hamás, a la dictadura comunista de Pekín y también a la dictadura socialista de Venezuela, que acaba de secuestrar a dos ciudadanos españoles que estaban de vacaciones allí, atribuyéndoles unas acusaciones que sólo cabe calificar como una patraña, dentro del particular estilo de un régimen criminal que -al igual que sus aliados del Kremlin- recurre a la mentira por sistema.

Este secuestro no es casual: es la forma que tiene Maduro de presionar a Sánchez para someterle a sus caprichos, después de la aprobación por el Congreso del reconocimiento de Edmundo González como presidente electo de Venezuela, con los votos en contra de los socialistas y de sus aliados comunistas, que una vez más han actuado como los títeres españoles de la dictadura socialista venezolana.

Desde hace años, Sánchez y su gobierno se han negado a reconocer al régimen de Maduro como una dictadura, exhibiendo un cóctel de debilidad y de complicidad hacia esa banda criminal, el mismo tipo de mensaje que los socialistas españoles han venido enviando a un prófugo de la Justicia como Carles Puigdemont, mostrándose dispuestos a comprar su apoyo a cambio de concesiones que violan la Constitución Española, y también al sátrapa de Marruecos, Mohamed VI, frente al cual Sánchez actúa como si fuese su dócil mascota.

Al exhibir esa debilidad, el mensaje que recibe el régimen de Maduro es que compensa secuestrar a ciudadanos españoles, porque Sánchez siempre cede ante los chantajistas, porque está instalado en un cortoplacismo para el cual lo único importante es seguir un día más en el poder al precio que sea. Y para más inri, en este caso el chantajista y el chantajeado pertenecen a las filas socialistas, una coincidencia que Maduro toma como una ventaja a su favor.

Los españoles deberíamos tomar nota de los efectos de esta situación. Hay un criminal como Maduro gobernando en Venezuela y un cobarde sin escrúpulos gobernando en España, y en estas condiciones lo que ningún español debería hacer es irse de vacaciones a un país dirigido por un dictador que le pueda tomar como rehén. Ésta es la consecuencia de tener un gobierno que exhibe tanta debilidad y complicidad hacia los criminales de todo tipo y que antepone los deseos y caprichos personales de su presidente al interés nacional de España y a la seguridad de los ciudadanos españoles.

---

Foto: Efe.