Pedro Sánchez, la bicis eléctricas y la China comunista: ¿una serie de meras casualidades?

Este lunes, el presidente socialista de España, Pedro Sánchez, inició su segundo viaje oficial a la China comunista en menos de dos años.

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El primer viaje fue en marzo de 2023. Entonces, con cara muy sonriente, Sánchez se hizo con el dictador Xi Jinping la foto que podéis ver sobre estas líneas, una clara señal de que el socialista español no le hizo absolutamente ningún reproche al comunista chino sobre las numerosas violaciones de derechos humanos que comete su dictadura.

Este lunes, Sánchez se reunió con Li Qiang, el primer ministro de la dictadura comunista china, y le dijo: "Queremos tender puentes para defender juntos un orden comercial justo que permita crecer a nuestras economías y beneficiar a nuestras industrias y ciudadanos".

El miércoles, en el tercer y último día de su viaje al país asiático, Sánchez pidió a la Unión Europea que reconsidere los aranceles a los coches eléctricos chinos, favoreciendo así la posición dominante del gigante asiático, cuya poderosa industria se aprovecha de unas condiciones laborales mucho menos exigentes y de un marco legislativo más laxo que el de las empresas automovilísticas europeas. El giro de Sánchez en este tema ha enfadado a Bruselas, que considera que el socialista español debilita la posición común europea frente a la China comunista.

Este jueves, un día después de volver de la China comunista, Sánchez anunció 40 millones de euros para favorecer el uso de las bicicletas eléctricas en España, afirmando: "Se trata de incrementar la cuota modal de la bicicleta en los desplazamientos cotidianos y de que haya más bicicletas en más ciudades, para más gente", alegando que así tendremos ciudades "más saludables, limpias, ágiles y acogedoras".

Ayer, Víctor Sánchez del Real señaló un dato muy interesante sobre esta última ocurrencia de Sánchez: la China comunista es el mayor productor mundial de bicicletas eléctricas. Casualmente, las bicicletas de ese país también están pagando aranceles en la UE. Si Sánchez consiguiese que esos aranceles se cancelasen, como pidió esta semana, la China comunista podría obtener una posición dominante en las importaciones europeas, ya que actualmente, la mayor parte de las bicis eléctricas importadas por la UE vienen de la China libre (Taiwán).

Teniendo en cuenta la larga relación amistosa entre el Partido Comunista de China (PCCh) y el PSOE (el Partido Socialista dirigido por Pedro Sánchez), no cuesta mucho imaginar qué país será el más beneficiado por el anuncio hecho ayer sobre las bicicletas. Pekín lleva años comprando favores políticos a países con problemas económicos, y Sánchez encabeza la economía más ruinosa de la UE por culpa de sus recetas económicas socialistas. ¿Qué promesas le han hecho los dirigentes del PCCh -el amo absoluto de ese país- a Sánchez a cambio de estas medidas para favorecer los intereses de Pekín?

Tal vez vez haya gente que prefiera creer en meras casualidades, pero lo que hemos visto esta semana no lo es. Al igual que hace José Luis Rodríguez Zapatero con la dictadura socialista venezolana, Sánchez está actuando como un mero conseguidor de la dictadura comunista de Pekín, favoreciendo sus intereses y tolerando sus injerencias, como ya vimos con el caso de las comisarías de policía de la China comunista en España. El anuncio de Sánchez no va sobre ecología ni sobre transporte público: es otro favor más a sus amigos de Pekín, al igual que ha hecho con los aranceles a los coches eléctricos chinos.

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Foto: La Moncloa. Una imagen de la amistosa reunión mantenida por el socialista Pedro Sánchez y el dictador comunista chino Xi Jinping el 31 de marzo de 2023 en Pekín.