Los partidos tradicionales crearon un grave problema migratorio en ese país

No busquéis en Moscú la causa de lo que pasa en Alemania, sino en Berlín y Bruselas

Ayer hablé aquí sobre el auge de AfD y BSW en Alemania, dos opciones situadas en polos opuestos pero con algunos elementos comunes.

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¿El resultado de esos dos partidos ha sido provocado por Moscú?

Como ya señalé ayer, esos elementos comunes son dos: su rechazo a la inmigración masiva y su afinidad con Rusia. En el primero de esos puntos estos de acuerdo y en el segundo mi rechazo es total, como ya supondréis quienes venís leyendo mis críticas a Putin desde hace 16 años. Obviamente, existen motivos para pensar que ambos partidos pueden haber recibido apoyo de Rusia, ya que el Kremlin suele apoyar de una forma u otra a cualquier fuerza política que puede debilitar a Occidente o rechazar la ayuda militar a Ucrania.

Esa idea podría animar a algunos a caer en la tentación de culpar a Moscú de lo que ha pasado en Alemania, sin hacer ni la más mínima autocrítica a la hora de abordar por qué esas dos opciones políticas han obtenido tan buenos resultados. En ambos casos, esos partidos seguirían siendo marginales si no fuese por el grave problema que ha creado la inmigración masiva en Alemania, y especialmente la musulmana.

La irresponsable política migratoria del SPD y de la CDU

No hay que buscar en Moscú el origen de ese problema, sino en Berlín y Bruselas. Fueron los gobiernos alemanes de los socialdemócratas del SPD y de los democristianos de la CDU los que abrieron las puertas a la inmigración masiva en Alemania, generando los problemas de falta de integración y de inseguridad que sufre hoy ese país. Concrertamente, el gobierno de Angela Merkel (CDU) abrió las puertas en 2015 a cientos de miles de inmigrantes procedentes de Siria, Irak, Afganistán y varios países de África. Lo hizo con el apoyo de los socialdemócratas del SPD. Durante ese año, casi un millón de personas llegaron a Alemania desde esos países. Los problemas no tardaron en aparecer.

La inseguridad aumentó y eso llevó a la aparición de protestas en las calles alemanas. Ignorando los problemas que estaba causando esa ola masiva de inmigración islámica, un político del SPD, Ralf Jäger, ministro del Interior del Estado de Renania del Norte-Westfalia, calificó como "neonazis" a los que protestaban. Insultar a los que alertaban del problema que estaba surgiendo no sirvió de nada.

Demonizando a los que denunciaban la inseguridad causada por la inmigración masiva

En la noche del 31 de diciembre de 2015 al 1 de enero de 2016, mujeres alemanas sufrieron una ola de abusos sexuales por parte de hombres árabes y norteafricanos. El problema causó alarma dentro y fuera de Alemania. Entonces, Jäger equiparó a los agresores y a los que se quejaban de las agresiones. De esta forma, se zanjaba sin más un debate sobre las consecuencias negativas de la inmigración masiva. Pero esas consecuencias fueron en aumento. Como ya indiqué aquí hace unos días, las agresiones con armas blancas se han disparado en Alemania. En junio de este año, el jefe de la Policía de Berlín reconoció que la mayoría de los autores de esas agresiones son inmigrantes.

Ursula von der Leyen bendijo esa política de puertas abiertas

Hasta ahora, la CDU y el SPD, con el aplauso de Los Verdes y de los comunistas de Die Linke, han creado un problema y han demonizado a quienes lo han advertido, haciendo que ese problema se agrave cada vez más y defraudando a millones de alemanes que hasta ahora confiaban en esos dos partidos mayoritarios. Aplicando la misma política que en otros países, la Comisión Europea de Ursula von der Leyen (miembro de la CDU) ha bendecido esa alianza de su partido con el SPD y esa política de puertas abiertas, mientras se dedicaba a atacar a gobiernos conservadores como los de Polonia y Hungría por rechazar esa irresponsable política migratoria.

El acercamiento del SPD y de la CDU a la Rusia de Putin

Así mismo, no podemos olvidar que el SPD y la CDU protagonizaron durante años un acercamiento a Rusia, que se plasmó en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, impulsados conjuntamente por ambos países. El excanciller alemán Gerhard Schröder, presidente del SPD entre 1999 y 2004 y uno de los promotores de esos gasoductos, fue elegido presidente del consorcio Nord Stream AG en 2005 y acabó siendo presidente del consejo de administración de la empresa petrolera estatal rusa Rosneft. Nada más llegar a la cancillería alemana en 2005, Angela Merkel mantuvo ese proyecto conjunto con Rusia y en 2008 bloqueó el ingreso de Ucrania en la OTAN. Si ese bloqueo no hubiese ocurrido y Ucrania se hubiese unido a la Alianza, Rusia no se habría atrevido a invadir ese país.

Como ya expliqué aquí en 2022, Polonia denunció esos gasoductos construidos por Rusia y Alemania, porque dejaban a la Europa del Este a los pies de Moscú. Tras su llegada a la Casa Blanca, en 2019 Donald Trump impuso sanciones al Nord Stream 2, unas sanciones que fueron rechazadas por Merkel y por la Unión Europea.

La simpatía del SPD y de la CDU hacia Rusia ahora se vuelve contra ellos

Así pues, durante años, con hechos como los que acabo de repasar, la CDU y el SPD enviaron a los alemanes el mensaje de que Rusia era su amiga y de que había que llevarse bien con Putin y repartirse la Europa del Este con él. Eso explica la tibieza de Angela Merkel ante la invasión rusa de Ucrania en 2022. Por ello, sería injusto decir que en Alemania acaban de emerger dos partidos prorrusos sin afirmar que durante muchos años los principales partidos prorrusos de Alemania han sido la CDU y el SPD. Es su complicidad y su tibieza ante Putin la que ha acabado contagiando a una parte de la sociedad alemana, y ahora esa simpatía hacia Rusia se vuelve contra quienes la promovieron.

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Foto: Reuters. Manifestación de la asociación Pegida contra la inmigración masiva en Dresde el 8 de diciembre de 2014.

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Comentarios:

  1. Berto

    Rusia es culpable de muchas injerencias en el mundo occidental, pero no es responsable de que Occidente haya caído en el progresismo/wokismo.

  2. wladimir

    tal vez Rusia…

    no sea la culpable del Social-Progresismo/Wokismo y la Ultraizquierda asi como los partidos dela Ultraderecha pero como le gusta apoyar este tipo de partidos porque ellos a su manera les son utiles para causar division y ruptura politica en Occidente y al mismo tiempo Rusia favorece a los Islamistas radicales y Yihadstas otros amigos del Progresismo que tienen en comun es que desean destruir la estabilidad Occidental….

    y todo lo que dañe o destruya Occidente….a Rusia le conviene….

  3. JavierI

    Exacto (a wladimir )…

    Tal vez no sea la -única- culpable.

    Habría que ver cuál es el verdadero papel de gente como Soros, que se pretende «antagonista» de Rusia y China, pero tiene un pasado curioso.

    De colaborador con los nazis en su juventud a vivir un tiempo en la URSS de la cual salió sin ningún problema. Raro, raro…
    Eso por no hablar de sus «conspiraciones» en China durante los años 80. Nuevamente salió de China en 1988 sin que le tocaran un pelo a pesar de que se supone que estaba subvirtiendo a los chinos.

    Y por último, su papel en los años 90 en Rusia, donde primero estuvo ayudando a los soviéticos en la sombra (de nombre entonces «mafiosos»), para conservar su poder científico y militar (dando paquitas a científicos para que no abandonaran Rusia, o creando compañías privadas militares), o beneficiarse de jugosas subastas de activos rusos a puerta cerrada.

    Cualquiera que haya leído a Golitsyn, Sejna o Pacepa sabe que lo más probable es que el cuento de la «caida» de la Unión Soviética no es más que un cuento chino, y han seguido en la guerra híbrida contra occidente desde entonces.

    No hay más que ver a Greta Thunberg defendiendo la economía verde que está poniendo a Alemania de rodillas, lo mismo que a los terroristas palestinos que ya en los 60 fueron una creación de Rumanía y la URSS.

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