La infinita ruindad de la izquierda: sale en auxilio de Hamás tras asesinar a seis rehenes

La izquierda siempre está dispuesta a ceder ante el terrorismo y a trasladar la culpa de los terroristas a gobiernos democráticos.

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El precedente de los atentados del 11-M en España

No importa cuándo leas el primer párrafo de este artículo: es lo que ocurre en cualquier país que afronta una amenaza terrorista. Ocurrió en España, donde la izquierda se echó a las calles tras los atentados del 11 de marzo de 2004 con el fin de provocar un vuelco electoral, culpando de esos crímenes no a los terroristas, sino al gobierno de Aznar. Y está ocurriendo ahora también tras el asesinato de seis rehenes por los terroristas de Hamás, un crimen atroz que debería unir a todo el mundo civilizado contra esos criminales.

Culpan al gobierno democrático de Israel de los crímenes de Hamás

En las últimas horas, muchos medios y opinadores de izquierdas han señalado al gobierno conservador de Netanyahu como el culpable de que Hamás haya asesinado a esas seis personas y también por el hecho de que ese grupo terrorista mantenga a 101 personas secuestradas. Al fin y al cabo, la izquierda ha estado satanizando a Netanyahu en la misma medida en la que ha estado blanqueando a Hamás, calificando a ese grupo terrorista islamista como "movimiento de resistencia" y refiriéndose a sus criminales como "milicianos".

La izquierda israelí no es muy distinta a las demás. Comparte el mismo pensamiento débil y el mismo sectarismo ideológico que exhiben los socialistas y comunistas en todo Occidente. Por eso no extraña ver que un sindicato socialista ha convocado una huelga general para forzar a Netanyahu a ceder ante Hamás. Ayer, el presidente de ese sindicato afirmó: "cualquier precio doloroso que tengamos que pagar para lograr un acuerdo que permita traer a nuestros hijos e hijas a casa es mucho menor que el costo de continuar con el abandono".

La izquierda le dice de antemano a los terroristas que aceptará cualquier precio

Así pues, la izquierda israelí está lanzando un mensaje claro a Hamás: no sólo está dispuesta a negociar con unos monstruosos terroristas que asesinaron a 1.200 personas el 7 de octubre de 2023 (incluso a negociar con unos terroristas que acaban de asesinar a sangre fría a seis rehenes), sino que además está dispuesta a pagar "cualquier precio doloroso que tengamos que pagar", un mensaje que habrá llenado de felicidad a los cabecillas de Hamás, porque la izquierda le dice de antemano a los terroristas que aceptará cualquier precio que pongan.

Con ese ruin mensaje, la izquierda israelí no sólo rompe la necesaria unidad del pueblo de Israel en su guerra contra el terrorismo, contra un terrorismo que ha perpetrado la peor masacre sufrida por el pueblo judío desde el Holocausto, sino que además cede ante los terroristas y traslada su responsabilidad a un gobierno democrático, señalándole por no ceder ante esos criminales.

La misma traición que cometió la izquierda española

Ese mensaje que han recibido los ciudadanos de Israel en las últimas horas no es nuevo: es la misma traición que cometieron los socialistas y comunistas españoles tras los atentados del 11 de marzo de 2004, y es la misma traición que también cometieron iniciando una negociación política con los terroristas de ETA, que condujo a la legalización de su brazo político sin que haya condenado ninguno de los asesinatos cometidos por esa banda criminal. Gracias a esa traición, hoy el brazo político de ETA tiene más poder político que nunca y está aliado, casualmente, con los socialistas del PSOE, el partido de Pedro Sánchez, por lo que ejercen una influencia considerable en la política nacional y en las decisiones del gobierno socialista.

Una forma de incentivar el terrorismo, al hacerlo rentable

Con su infinita ruindad, la izquierda parece empeñada en incentivar el terrorismo, en hacerlo rentable y en hacer que los terroristas reciban el mensaje de que no importa la clase de atrocidades que cometan, porque esas atrocidades les servirán para sentarse a una mesa de negociación al mismo nivel que un gobierno democrático. Con esa actidud, lo que hace la izquierda es traficar con las vidas de todos los ciudadanos pacíficos de un país, al convertirnos en blancos preferentes de cualquier criminal que quiera obtener algo de nuestro gobierno.

Con unos terroristas no hay nada que negociar

En cualquier país civilizado, en cualquier país que respete el Bien y la Justicia, el único mensaje que deben recibir los terroristas es que no puede haber ninguna negociación con ellos y que el Estado será implacable contra ellos. Sólo así se puede desincentivar el terrorismo. Sólo de esta forma se puede hacer Justicia a las víctimas de esos criminales. Sólo de esta forma es posible defender con éxito a la civilización frente a la barbarie. Sin embargo, la izquierda parece dispuesta a aprovecharse de la barbarie para debilitar a cualquier gobierno rival. A fin de cuentas, es la misma izquierda que siempre ha tratado con indulgencia a la amenaza islámica porque ve en ella un potencial aliado contra su enemigo común: Occidente.

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Foto: APAimages.