La lista incluye varias dictaduras comunistas y también dictaduras islamistas

Los países que prohíben salir a la gente y que apenas son criticados por la izquierda

En el debate de la inmigración hay muchas personas que se declaran partidarias de las fronteras abiertas, pero con matices.

El '13 de Marzo': el asesinato de 11 niños y 30 hombres y mujeres por el comunismo cubano
Los túneles de Bernauer Strasse en Berlín: rutas subterráneas para huir del comunismo

Ponen el foco en los países que limitan la inmigración

Esas personas (muchas de ellas pertenecientes a la izquierda política, mediática o intelectual) suelen focalizar sus críticas en los países democráticos que regulan la inmigración, denunciando que expulsen a los inmigrantes ilegales y afirmando que éstos deberían ser regularizados. Hay que decir que regular la inmigración es algo lógico y que implica entender un país como una casa, en la que sus habitantes tienen derecho a establecer ciertos límites a las personas que desean entrar y quedarse a vivir dentro de sus fronteras.

Los países que son como prisiones para sus ciudadanos

En materia de migraciones, lo criticable no es que un país sea como una casa, sino que sea como una prisión, de la que sus propios habitantes no pueden salir o en la que las condiciones de salida son tan estrictas o caras que no están al alcance de la mayoría. Quienes vivimos la Guerra Fría recordamos algunos ejemplos de países como esos: las dictaduras comunistas del bloque soviético, países en las que muchos fueron asesinados intentando huir hacia el mundo libre.

En esos países no sólo era difícil salir, sino que incluso había limitaciones para moverse por su interior, como ocurría en la Unión Soviética, donde en 1922 se instituyó la llamada Propiska, un pasaporte interior sin el cual no podías circular por el país. Hoy en día parece increíble que existiese algo así, pero aún hay países en los que se dan situaciones parecidas.

El caso más extremo: la dictadura comunista de Corea del Norte

El caso más claro es Corea del Norte, una dictadura comunista que es el estado más hermético del mundo. La huida hacia Corea del Sur es muy difícil, debido a la zona desmilitarizada entre ambos países, que está sometida a una fuerte vigilancia. Muchos norcoreanos consiguen huir a la China comunista, pero es un viaje muy arriesgado y en caso de ser capturado, el haber intentado huir te puede costar ser calificado como un traidor y ser ejecutado o ser enviado a un campo de concentración por muchos años, tanto tú como el resto de tu familia.

Las prohibiciones políticas de salida en la China comunista

Aunque la imagen que quiere dar al mundo es muy distinta, la China comunista es también una dictadura en la que el estado impone prohibiciones de salida por motivos políticos. El bufete internacional Harris Sliwoski, que opera en ese país asiático, señala el control que ejerce el Partido Comunista de China (PCCh) sobre las prohibiciones de salir del país tanto a ciudadanos chinos como a extranjeros:

"Deberías asumir que el PCCh sabe prácticamente todo lo que has dicho sobre China públicamente o casi públicamente (e incluso algunas cosas en privado), incluyendo específicamente cualquier cosa que hayas dicho en un colegio o universidad, cualquier cosa que hayas dicho ante una ONG relacionada con China y cualquier cosa que hayas dicho a uno de tus empleados chinos. (...) Si alguien en su empresa ha dicho algo malo sobre China, todos en su empresa corren un riesgo mayor. (...) Cualquier persona que haya trabajado para medios de comunicación contrarios a China, o para un grupo de reflexión, universidad, partido político o político contrario a China probablemente corra un riesgo mayor".

Es por eso que nunca se me ocurriría visitar ese país, ya que llevo muchos años criticando a esa dictadura y denunciando su influencia en España y en otros países. El citado bufete también señala que las personas de ciertos países corren un mayor riesgo de no poder salir:

"China tiene un historial de malos tratos a africanos y filipinos, incluidas detenciones sin motivo real. Las personas procedentes de países pequeños que no gustan a China, como Lituania, corren mayor riesgo. Las personas procedentes de países grandes que no gustan a China, como Estados Unidos y Japón, corren mayor riesgo".

Actualmente ya hay miles de personas que tienen prohibido salir de la China comunista y la cifra va en aumento, unas restricciones que afectan tanto a chinos como a extranjeros.

Cuba, una isla convertida en prisión por el comunismo

Otras dictaduras comunistas que ponen restricciones de salida a sus ciudadanos. En el caso de Cuba, el régimen comunista de los hermanos Castro prohibió la salida a los ciudadanos cubanos durante décadas, a menos que tuviesen un permiso que era difícil de obtener. A pesar de ello, muchos cubanos intentaron huir mediante embarcaciones en dirección a Florida, Estados Unidos, a menudo encontrando la muerte en la travesía o siendo asesinados, como les ocurrió a 11 niños y 30 adultos del barco "13 de marzo" en 1994.

En 2013 entró en vigor una ley que elimina el permiso de salida en Cuba, pero aún hoy la dictadura impone un precio muy caro al pasaporte, equivalente al sueldo de varios meses de un ciudadano medio, además de condiciones políticas como la seguridad nacional, interpretada según los intereses de la dictadura y que veta sistemáticamente la salida a cualquier opositor al régimen. Por otra parte, los ciudadanos cubanos que quieran abandonar el país tienen que dejar casi todos sus bienes allí. Eso implica que, en la práctica, en Cuba sigan las cosas igual que antes de la citada ley.

El caso de la poco conocida dictadura comunista de Eritrea

Otra dictadura comunista que impone restricciones de salida y que es muy desconocida en Occidente es Eritrea, un país africano sometido a un brutal régimen totalitario en el que las personas de ambos sexos son sometidos a un servicio militar indefinido, que en la práctica puede durar desde los 18 a los 50 años de edad. Todos los afectados quedan sometidos a la disciplina militar, y por ello muchos jóvenes intentan huir a Etiopía o a Sudán, pero no muchos lo consiguen.

Las restricciones de salida en la dictadura islamista de Irán

Hay otras dictaduras que imponen restricciones de salida por motivos políticos. Es el caso de la dictadura islamista de Irán. Su política de grave discriminación de las mujeres llevan a que muchas de ellas quieran abandonar el país, pero no pueden hacerlo sin un permiso paterno, en caso de que sean solteras, o un permiso de su marido, si están casadas. El régimen islamista también prohíbe la salida a los hombres mayores de 18 años que aún no hayan hecho el servicio militar, cuya duración es de 24 meses. Esto lleva a que muchos jóvenes iraníes intenten salir del país por vías ilegales, con los consiguientes riesgos.

Además, la dictadura iraní, al igual que la China comunista, impone prohibiciones de salida por motivos políticos, que no sólo afectan a los ciudadanos críticos con ese régimen islamista, sino también a sus familias. En 2022, Irán hizo aterrizar a un avión que llevaba a la familia del futbolista iraní Ali Daei, jugador del Bayern de Munich que había hecho críticas a la dictadura por su brutal represión de las protestas en ese país.

Las restricciones de salida en la dictadura islamista de Arabia Saudí

Otra dictadura islamista, Arabia Saudí, también impone prohibiciones de salida parecidas a las de Irán, vetando sistemátimente el permiso de salida a los críticos con ese régimen, a quienes defienden los derechos de las mujeres -víctimas de una grave discriminación en virtud de la ley islámica- o a cualquiera que haya mostrado su discrepancia del gobierno. Al igual que ocurre en Irán, esas prohibiciones no sólo afectan a los disidentes, sino también a sus familias.

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Foto: AFP-JIJI. un desfile militar en Pyongyang el 10 de octubre de 2015.

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Comentarios:

  1. AlbertoAG

    Preferiría perder mi trabajo antes que ir a alguno de los países mencionados en este artículo.

    Hace algunos años conocí a una muchacha que tuvo la suerte de poder marcharse de Cuba. Un día en clase, preguntó en clase a quién le gustaría vivir en Cuba y todos, exceptuándome a mí, dijeron que sí, lo cuál prueba el desconocimiento de muchos sobre lo que ocurre realmente allí. Tras eso, la muchacha nos contaba acerca de la escasez de algunos productos y otras cosas.

    Si esa muchacha hubiera estado con nosotros durante el bachillerato, se hubiera liado una gorda un día en que el profe de filosofía justificó la revolución cubana de 1959.

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