La segunda temporada de 'Los Anillos de Poder', el canon y la influencia 'woke'

Este jueves, Amazon Prime Video ha estrenado la segunda temporada de su serie "Los Anillos de Poder", basada en la obra de J.R.R. Tolkien.

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Sobre la primera temporada ya publiqué un análisis aquí hace dos años. De momento hay disponibles tres episodios de la segunda temporada. He visto el primero y puedo señalar que tenemos algo parecido a lo que vimos en la anterior temporada, es decir, una serie con un fabuloso despliegue de medios, con una imagen muy cuidada e incluso con una banda sonora bien hecha (en esto recuerda mucho a la trilogía de "El Señor de los Anillos" de Peter Jackson), pero que se aparta bastante del canon literario de la obra de Tolkien.

Obviamente, al comprar unos derechos parciales sobre la obra de Tolkien para llevar a cabo esta serie, Amazon tiene ciertas limitaciones. Con todo, podrían haber llenado muchos huecos que hay en la obra de Tolkien sin alterar el canon original, y haciéndolo les habría salido una obra que seguramente nos dejaría muy contentos a los que somos aficionados a la obra del viejo profesor desde hace décadas (en mi caso, años antes de que apareciesen las películas de Peter Jackson).

El problema de esta serie es que no sólo no respeta el canon, sino que lo destroza, al introducir personajes y tramas que acaban alterando la historia original escrita por Tolkien. Eso estaría bien si mejorasen la historia original (lo veo muy difícil: Tolkien era un excelente escritor y su obra tiene una coherencia asombrosa), pero en vez de eso, esta serie acaba degradando la historia, haciendo que caiga en contradicciones que sentarían bastante mal al autor de "El Señor de los Anillos".

Hago aquí un inciso para avisaros que de que a continuación voy a dar algunos detalles del primer episodio de la segunda temporada. Si aún no lo has visto, tal vez prefieras dejar de leer aquí.

Uno de los aspectos que más me han disgustado de esta serie, tanto en la primera temporada como en esta nueva, es su incapacidad para entender a los personajes de la obra original. Tolkien presenta a Galadriel como una elfa sabia y noble, mientras que la Galadriel de la serie se porta como una adolescente, que oculta la verdadera identidad de Sauron tras ser engañada sin que sepamos muy bien el motivo. Por otra parte, en la obra de Tolkien sería impensable un acto de insubordinación como el de Elrond contra Gil-Galad, el Alto Rey de los Noldor, negándose a entregarle los tres anillos.

La forma en la que los tres anillos de los elfos llegan a sus portadores no tiene nada que ver con el canon original, y se introduce una trama en la que Celebrimbor ya no sólo es engañado una vez por Sauron, sino dos: es un completo sinsentido que Tolkien no habría pasado por alto y que esta serie comete al saltarse el canon.

Por otra parte, en esta segunda temporada la historia de Sauron da unas vueltas incomprensibles, presentándonos a un caudillo orco que se rebela contra él y le asesina, cuando en realidad Sauron era el más poderoso sirviente de Morgoth. En la obra de Tolkien sería impensable ver a Sauron dirigiendo un discurso a los orcos para convencerles de que le apoyen: era uno de los más poderosos de los maiar. Los orcos le conocían y nunca habrían discutido sus órdenes, no por fidelidad, sino por miedo. Dejo a un lado la curiosa forma que tiene Sauron de reaparecer, que recuerda mucho al Venon de Marvel y que no guarda ninguna relación con la obra de Tolkien.

Al final, lo que acaba pasando es que los creadores de esta serie intentan "actualizar" la obra de Tolkien según su particular óptica, y al hacerlo acaban destrozándola y dando lugar a un relato que, a pesar del gran despliegue de medios, acaba por volverse tedioso en algunos momentos, perdiendo la frescura y autenticidad de la obra de Tolkien.

Hay que señalar que la óptica de los creadores de esta serie es muy concreta, y se observa en detalles que ya comenté aquí hace dos años, como la existencia de elfos y de enanos de raza negra, algo que no aparece en la obra de Tolkien y que sólo responde a un intento de ajustar "El Señor de los Anillos" a una mentalidad "woke" que enarbola la "diversidad" como dogma, pero con matices, ya que vemos elfos negros, pero no asiáticos. También llama la atención la presencia de mujeres elfas entre los guerreros de Lindon: no hay nada así en la obra de Tolkien, pero una vez más, los creadores de la serie imponen su filtro ideológico sobre el canon literario.

Al margen de la cuestión de la diversidad racial y del papel de la mujer, tal vez el aspecto más nocivo de la influencia "woke" en esta serie es su incapacidad para entender la base misma de la obra de Tolkien. El autor de "El Señor de los Anillos" era católico, y aunque siempre rechazó las alegorías, sus principios quedaron claramente plasmados en sus libros. La obra de Tolkien es una epopeya que nos muestra la lucha entre el bien y el mal, no sólo a gran escala (el mal representado por Morgoth y por su siervo Sauron), sino también a escala individual, es decir, la lucha contra el mal que intenta corrompernos a cada uno de nosotros.

Todo esto brilla prácticamente por su ausencia en la serie de Amazon. Las referencias al mal son vagas y tópicas y acaban siendo sepultadas por una trama y unos personajes lastrados por una mentalidad actual que es incapaz siquiera de diferenciar el bien del mal, una mentalidad que cree que nada es malo ni bueno, y que todo depende del cristal con el que se mira. Ese relativismo moral acaba provocando que "Los Anillos de Poder" carezcan de la credibilidad de la obra de Tolkien. Es el peor ejemplo de la influencia "woke" en esta serie.

Hay que señalar, para ser justos, que la serie tiene algunos aciertos que merecen ser destacados. Por ejemplo, en el momento de la coronación frustrada de Sauron aparece una corona con tres puntas, una forma que se explica porque sería la corona de Morgoth, en la que el señor oscuro había engarzado los tres silmarils que robó a los elfos (aunque según el canon, esa corona ya se había perdido en ese momento). También me ha gustado mucho el personaje de Cirdan y la aparición de los Puertos Grises. En especial me ha encantado el taller en el que vemos como los elfos de Mithlond están construyendo un barco.

Es una pena que disponiendo de un material tan bueno, Amazon haya cometido errores como los citados con esta serie, que podría habernos deslumbrado si mostrase más fidelidad al canon original y más respeto por el espíritu de la obra de Tolkien. Al final, lo que te queda tras verla es lo mismo que en la primera temporada: un sabor amargo. Os dejo aquí con el trailer en español de esta segunda temporada: