Algunos periodistas actúan como los comisarios políticos de una dictadura

El obispo de Bilbao, la democracia y el derecho a discrepar de la absurda ideología de género

Una diferencia entre una democracia y una dictadura es que en la segunda el mero hecho de decir la verdad es motivo de persecución.

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Una absurda ideología de la que no se puede discrepar

En una democracia existe la libertad de expresión, que incluye el derecho a discrepar y a defender la verdad incluso cuando el poder político miente, como está ocurriendo con mucha frecuencia en España con el gobierno socialista de Pedro Sánchez. La paradoja es que algunos que se dicen demócratas pretenden que decir la verdad sea motivo de persecución en una democracia, algo que deja en evidencia lo que en realidad quieren imponernos: una dictadura en la que nadie pueda discrepar de los disparates que ellos defienden.

Uno de los mayores disparates de nuestro tiempo es la llamada ideología de género, una ideología aberrante que sostiene que si tú eres un hombre pero dices autopercibirte como una mujer, todo el mundo está obligado a decir que eres una mujer. Nunca antes la confusión entre los deseos y la realidad había llegado a extremos tan irracionales y totalitarios, y lo más alarmante es que esto está ocurriendo en países que se dicen democráticos, entre ellos España.

La valiente y acertada homilía del obispo Joseba Segura

Este jueves 15 de agosto, con motivo de la fiesta de la Asunción de María, el obispo de Bilbao, Joseba Segura Etxezarraga, pronunció una valiente y acertada homilía (el texto completo se puede leer aquí), en la que afirmó lo siguiente:

"Vivimos un tiempo peculiar. Mientras se extiende el culto al cuerpo bello, con sus dietas, sus gimnasios y cirugías plásticas, al mismo tiempo se cuestiona que ese mismo cuerpo pueda imponer restricciones y límites a nuestra voluntad de ser lo que queramos ser. Es como si el cuerpo no importara, como si uno pudiera construir su identidad, ser hombre o mujer o cualquier cosa intermedia, o ninguna de ellas, a voluntad, sin referencia al cuerpo con el que hemos nacido. Una cosa es reconocer la insatisfacción y el sufrimiento de algunas personas con su cuerpo, y otra muy distinta intentar imponer la idea de que el cuerpo nada tiene que decir. Se predica una libertad para ser, que nada debe demostrar ni justificar, como si, efectivamente, el puro deseo fuera capaz de crear realidad".

Aquí podéis ver el vídeo de la homilía:

Por supuesto, los demás tienen derecho a discrepar de estas palabras, igual que el obispo tiene derecho a pronunciarlas. Si el obispo hubiese dicho otras verdades, como que la Tierra es redonda o que la hierba es verde, también podría haber alguien que no estuviese de acuerdo y tendría derecho a defender lo contrario, aunque la discrepancia sirva para defender una falsedad. En eso consiste una democracia, pero algunos no lo han entendido todavía.

Medios izquierdistas atacan al obispo y le acusan de 'transfobia'

Algunos medios de comunicación izquierdistas han vuelto a exhibir su pretensión de señalar al que discrepa del discurso oficial y acusarle de cosas que pueden ser objeto de sanción por decisión de unos políticos que están distorsionando cada vez más nuestro Estado de Derecho. Veamos algunos ejemplos:

  • La Sexta: «La barbaridad del obispo de Bilbao sobre las personas trans: "No se puede ser hombre, mujer o cosa intermedia a voluntad"». Este canal izquierdista acusa al obispo de pronunciar "declaraciones tránsfobas".
  • El Periódico de España: «Polémica por las declaraciones tránsfobas del obispo de Bilbao en plena homilía».
  • Sport: «Polémica por las declaraciones tránsfobas del obispo de Bilbao en plena homilía». Exactamente el mismo titular que El Periódico de España, como si se lo hubiesen dictado.
  • Bilbaohiria: "El obispo de Bilbao otra rémora de la Iglesia católica". Este titular mal escrito aparece en una noticia, no en un artículo de opinión.

Algunos periodistas actúan como los comisarios políticos de una dictadura

Así pues, no sólo tenemos a periodistas que introducen su opinión en titulares de noticias para indicarnos lo que se debe pensar y lo que no (una práctica que un periodista debería evitar al redactar una noticia, por una cuestión de ética profesional), sino que además acusan al obispo de "transfobia" (es decir, de odio a las personas transexuales) por decir una obviedad, algo que según la legislación española promovida por la izquierda (la famosa Ley Trans) podría ser objeto de sanción.

Es pasmoso que en un país democrático haya periodistas que actúan como comisarios políticos de una ideología de la que no se puede discrepar, señalando como si fuesen criminales a los que se atreven a utilizar la razón y el sentido común para exponer las irracionalidades de esos dogmas ideológicos. Pretenden que en una democracia haya delitos de opinión basados en la mera discrepancia de una ideología, como en Cuba, Corea del Norte o la China comunista.

La tendencia ideológica de la izquierda a pisotear las libertades

Al final, no importa que la izquierda se autocalifique como democrática: socialistas y comunistas no pueden evitar su tendencia ideológica a pisotear las libertades. Lo curioso del caso es ver a personas que dicen no ser de izquierdas (e incluso a partidos como el PP) defendiendo esa misma ideología que se protege de toda discrepancia mediante métodos antidemocráticos. Por supuesto, todo mi apoyo al obispo de Bilbao en su defensa de la verdad frente a la ideología de género.

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Comentarios:

  1. Berto

    El obispo parece nuevo.

    Algunos periodistas, dice…

  2. AlbertoAG

    Que se jodan los progres. El obispo de Bilbao tiene razón.

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