En España sí que hay racismo, pero está precisamente donde la izquierda lo niega

Elentir EN Mar 16·7·2024 · 6:53 3

Estos últimos días, a raíz de los nuevos éxitos de la selección española de fútbol, hemos vivido otro triste espectáculo de la izquierda.

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La izquierda y su afán por politizar el deporte

La izquierda tiene la tendencia de politizarlo todo, incluso el deporte, una manía que acaba por convertir en odioso todo aquello que socialistas y comunistas acaban manipulando. Esta nueva politización ha venido a convencernos de que por fin España tenía una selección de fútbol correcta, no porque sus jugadores sean buenos, sino porque son "diversos" en términos raciales. Una absoluta estupidez.

El mestizaje racial en la historia de España

Durante siglos, de todos los países de Europa, tal vez España sea el que menos importancia ha dado históricamente a la raza. A ello contribuye el hecho de que nuestro país haya sido el escenario de sucesivas conquistas que han ido dejando un legado genético muy heterogéneo, pero sobre todo el peso de la religión católica ha sido fundamental.

Aunque el socialismo pretende ser el inventor de todas las cosas que consideras buenas, hay que decir que en España ya había personas de distintas razas siglos antes de que hubiese socialistas. Para los que desconozcan esa parte de nuestra historia que la izquierda parece olvidar, recordemos que en el siglo XVI España tuvo el primer estudiante universitario y primer catedrático de raza negra de toda Europa: Juan Latino, un poeta católico que cursó sus estudios en la Universidad de Granada. En el Reino Unido no se dio un caso como ése hasta el siglo XIX.

Así mismo, en la América española ya se promovían los matrimonios mixtos a comienzos del siglo XVI, lo que convirtió el mestizaje racial en algo muy habitual. Eso explica la gran abundancia de mestizos en los países de América central y del sur. El primer matrimonio interracial en los actuales territorios de EEUU ocurrió en 1565 en la Florida española, entre Luisa de Ábrego y Miguel Rodriguez. Después de la independencia de ese país, en una gran parte de los EEUU los matrimonios interraciales fueron ilegales hasta 1967.

El nuevo racismo promovido por la izquierda

No obstante, debemos reconocer que en España sí que existe una corriente claramente racista, pero está precisamente donde algunos lo niegan. Lo hemos visto estos días en torno a la selección, cuando políticos, periodistas y activistas de izquierda han destacado a ciertos jugadores por su raza, simplemente porque tenían la piel más oscura que sus compañeros, como si eso importase algo a la hora de jugar al fútbol.

Cuando vemos jugar a nuestra selección, los únicos colores que nos importan a millones de españoles son el rojo y el gualda, es decir, los colores de nuestra bandera. En nuestras Fuerzas Armadas hay miles de personas de distintas razas y lugares de origen. Viene siendo así desde hace mucho tiempo, y lo que siempre ha importado son los actos de cada uno, y no el color de su piel.

Hace ya años que la izquierda intenta aplicar su tesis de la lucha de clase a las razas, como antes ya hizo con los sexos. Según esa visión del mundo, habría razas oprimidas y razas opresoras, lo que hace que la izquierda se dedique a estigmatizar a millones de personas por el color de su piel. Esos planteamientos son racismo puro y duro, por mucho que sus partidarios se presenten a sí mismos como "antirracistas".

Un nuevo racismo tan repugnante como el viejo racismo

El racismo es valorar a una persona por el color de su piel y no por sus méritos. Poco importa que esto se haga para ensalzar un determinado color o para desprestigiar a otro. Ese nuevo racismo es tan repugnante como el viejo racismo. La única diferencia entre ambos es que los antiguos racistas no se hacían llamar a sí mismos "antirracistas".

Dicho sea de paso, no olvidemos que la izquierda, especialmente su versión más extrema, está avivando el racismo más letal de la historia: el antisemitismo, como venimos comprobando desde el pasado 7 de octubre, tras el ataque terrorista de Hamás contra Israel: la mayor masacre sufrida por los judíos desde el Holocausto. Desde el mismo día del ataque gran parte de la izquierda se ha dedicado a demonizar al pueblo atacado, una actitud repulsiva que sólo se explica por el odio antisemita contra el único Estado judío del mundo.

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Foto: Selección Española de Fútbol.