Unas reflexiones sobre este intento de asesinato y las reacciones que generó

El atentado contra Trump, el periodismo 'aparente' y los héroes de Butler

El intento de asesinato perpetrado contra Donald Trump hace unas horas merece algunas reflexiones, redactadas con cierta prudencia.

Donald Trump sufre un intento de asesinato durante un mitin en Butler, Pensilvania

La primera tiene que ver con la insólita reacción de Trump. El 45º presidente de los Estados Unidos tiene 78 años, es un hombre de una edad avanzada pero ha tenido una respuesta sorprendente y admirable a este crimen: levantar el puño en señal de victoria, un gesto ante el cual los asistentes a su mitin, hasta entonces desconcertados y asustados por lo ocurrido, empezaron a gritar "USA, USA".

Yo tenía y sigo teniendo reticencias en relación a Trump, pero reconozco que esta forma de hacer frente a un atentado es admirable y seguramente le brindará muchos votos en las próximas elecciones presidenciales, porque ha demostrado una fortaleza que es especialmente sorprendente en alguien de su edad.

En segundo lugar, una parte del periodismo tradicional ha vuelto a aprovechar la oportunidad para tirar su prestigio por la borda. Me refiero, por ejemplo, a los medios que calificaban lo ocurirdo como un atentado "aparente", incluso más de una hora después de ocurrido el tiroteo. No recuerdo haber leído ese adjetivo ante otros hechos tan claros como los de este atentado, que ha podido conocerse en directo, ya que el mitin estaba siendo emitido por Youtube.

Una vez más, la noticia circuló por Twitter con una gran rapidez, dejando a muchos medios tradicionales con el paso cambiado. Una vez más, ante hechos como éste, queda claro que un nuevo periodismo ha emergido y el periodismo tradicional todavía no se ha adaptado a esta nueva realidad. Con todo, debemos tener presente que Twitter tampoco es la panacea. Anoche, intentando buscar información sobre el supuesto tirador, leí mensajes que daban hasta cuatro nombres distintos como si fuesen ciertos, sin citar ninguna fuente. El caso más lamentable ha sido la información que presentaba a un periodista italiano como si fuese el tirador, sin indicar fuentes ni hacer ninguna verificación. Estas situaciones se repiten con mucha frecuencia y sólo sirven para alentar a quienes pretenden censurar las redes sociales al margen de los procedimientos democráticos.

Hay también un periodismo realmente heroico: me refiero, por ejemplo, a los fotógrafos que siguieron haciendo su trabajo ayer en el mitin tras el atentado, cuando aún no se sabía si el tirador había sido abatido o si habría más atacantes. Gracias a esos periodistas tenemos hoy las excelentes fotos que estamos viendo a estas horas. No olvidemos nunca que el trabajo que hacen personas como esos profesionales a menudo está mal pagado y consume muchas más horas que otras profesiones más cómodas. Debemos criticar al mal periodismo, sí, pero no dejemos de reconocer al bueno. Se lo merece.

Finalmente, y a pesar de las críticas que siempre reciben en situaciones así, quiero reconocer el gran trabajo de los agentes del Servicio Secreto de EEUU y de otros cuerpos policiales. Este trabajo siempre es medido por los fracasos a la hora de anular posibles amenazas, pero a menudo esas críticas no tienen en cuenta que gracias a la labor de esos policías hay muchas amenazas que son anuladas y de las que a menudo no llegamos a tener conocimiento. La labor de estos profesionales es como la de los porteros del fútbol: algunos sólo se acuerdan de ellos cuando fallan y no tienen en cuenta todos los goles que han parado.

Ayer vimos hasta qué punto de profesionalidad pueden llegar estos agentes en dos detalles: el primero es que los policías fueron capaces de abatir al tirador en sólo unos segundos, algo que evitó un resultado mucho peor que el que vimos anoche. Por otra parte, los agentes del Servicio Secreto protegieron a Trump con sus propios cuerpos, sin saber si podría haber más disparos. No conozco muchas profesiones en las que uno esté dispuesto a arriesgar su vida por otra persona de esta forma, pero sé que todos los profesionales que hacen algo así me parecen héroes.

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Foto: Evan Vucci.

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Comentarios:

  1. Angelito

    EL Debate no habla de atentado y Carmen de Carlos lamenta que no haya muerto.

  2. Acabo de ver la portada de El Debate y hay al menos media docena de menciones a la palabra «atentado». En cuanto al artículo de Carmen de Carlos, nada me hace pensar que lamente que Trump no haya muerto:
    https://www.eldebate.com/internacional/20240714/trump-sobrevive-atentado-le-hara-presidente_212996.html

  3. Jandro

    Hay que decir, por una vez y sin que sirva de precedente, que los medios con ese titular iban replicando información de agencias. Pero por qué, después de una hora, mantenían ese titular, es cuando menos curioso. De todas formas, quiero pensar que lo de «aparente atentado» y lo de «posibles disparos» es mas bien una expresión de cautela informativa por la confusión en el momento de los hechos que la insinuación de que fuera un montaje.

  4. JuanCarlosCasillas

    En casos como este me parece que hay un exceso de información del asesino respecto a las victimas.
    El asesinado se llamaba Corey Comperatore, era bombero y tenía 2 hijas.

  5. FaramirGL

    Tengo una opinión similar sobre Trump. Es tan prepotente y maleducado que no me acaba de caer bien. En ocasiones, sus reacciones son impropias de un estadista.

    Pero los tiene bien puestos.

    Como hecho igual de significativo, la reacción de los socialistas es, como siempre, ruin. La mayoría dan por supuesto que se trata de una farsa organizada por el propio Trump porque «nadie se levantaría para alzar el puño y desafiar el peligro de esa manera».

    Los socialistas son completamente incapaces de ningún tipo de acto de valor. El coraje es algo de lo que carecen por completo y que suplen con postureo y mentiras. Sólo son «valientes» por la espalda y por las RRSS, ocultos tras apodos e iconos.

    Luego están los que se lamentan de que no haya muerto Trump y no le dedican un solo pensamiento a las víctimas. El peor/mejor ejemplo es esa escoria humana llamada Pedro Vallín.

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