El socialismo hizo un diagnóstico equivocado y ahora culpa a la derecha

España: el resultado de 20 años prejuzgando asesinatos de mujeres con un filtro ideológico

Uno de los mayores retos a la hora de combatir el crimen es conocer sus causas, para encontrar la mejor forma de combatirlo desde su raíz.

La nacionalidad de los asesinos de mujeres en España: el dato que enmudece a las feministas
Dos asesinatos de niños pequeños dejan por los suelos los dogmas sexistas de la izquierda

El error de querer explicar el crimen de una forma simplista

La ciencia que se dedica a investigar esas causas es la criminología. La UFV publica esta definición que os pido que leáis con atención: "La criminología es una ciencia multidisciplinar que se encarga del estudio del delito, sus causas, consecuencias y prevención. Nos permite entender el comportamiento delictivo, analizar el impacto social y desarrollar estrategias para prevenir y controlar la delincuencia".

Como todo en la sociedad, el crimen es una realidad compleja que no tiene una única explicación. Por eso, la labor de la criminología no es fácil y consiste en investigar cada caso (lo propio del método científico). Quienes insisten en el error de explicar el crimen de forma simplista, como si todos los actos criminales tuviesen una causa común, se equivocan. Esa equivocación puede tener consecuencias fatales si quienes la cometen son los legisladores.

La ley socialista que implantó el concepto «violencia de género»

En 2004, en España, el Congreso aprobó por unanimidad la ley integral contra la violencia de género, promovida por los socialistas y que ofrecía una explicación a priori de la violencia sufrida por mujeres, sintetizándola en la expresión "violencia de género", que definía como "el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión".

A partir de entonces, toda la estrategia de los distintos gobiernos para combatir los asesinatos de mujeres a manos de hombres se ha basado en esa premisa. Se han promovido campañas en las que se demonizaba abiertamente al varón, como si todos los hombres fuesen violentos. Se empezó a utilizar el término "negacionismo" para acusar a quienes no estaban de acuerdo con esa tesis, con el fin de estigmatizarles y de equipararles con quienes niegan el Holocausto.

Los socialistas culpan a la derecha del fracaso de esa ley socialista

Finalmente, 20 años después y sin que esa ley haya logrado prevenir y controlar esos crímenes, los socialistas que la promovieron culpan a la derecha, como si el hecho de no estar de acuerdo con el diagnóstico equivocado que se hizo en esa ley la convirtiese en culpable del resultado de su aplicación. Según la izquierda, que si se siguen cometiendo asesinatos de mujeres la culpa no es de una ley que no sirve, sino de quienes critican esa ley. Es una perversa, cínica y antidemocrática forma de intentar impedir algo tan democrático como es que se pueda criticar una ley: culpar de su fracaso a quienes no la apoyan.

Un diagnóstico simplista para crímenes sin patrones específicos

Curiosamente, en enero de 2024, en respuesta a una pregunta escrita del grupo parlamentario de Vox, el gobierno socialista señaló que no ve patrones "específicos" o "factores de riesgo comunes" en los casos de "violencia de género" registrados en 2023 (más allá, claro está, de la valoración a priori de que esos casos son explicables por el "machismo").

Una estrategia que crea víctimas de primera y de segunda clase

Es decir, que el único factor común que tienen esos casos es el sexo de las víctimas y de los agresores, y en eso basa toda su estrategia el gobierno, al mismo tiempo que retira su atención de aquellos casos en los que la agresora es una mujer, incluidos aquellos casos en los que las víctimas son niños, simplemente porque esos casos no se ajustan a sus patrones ideológicos y, por ello, las víctimas parecen importar menos: ni siquiera les dedican un minuto de silencio. Como consecuencia de ello, ahora en España hay víctimas de primera y de segunda clase en el ámbito de la violencia doméstica.

El alcoholismo y su infulencia en la violencia intrafamiliar

En el caso de la violencia en el seno de la familia o de la pareja, ésta puede tener muchas causas: alcoholismo, trastornos mentales, conflictos familiares, etc. En 2014, los Cuadernos de Medicina Forense publicaron un estudio señalando lo siguiente: "los hombres que consumen alcohol ejercen violencia hacia su pareja en mayor proporción en estado sobrio que en estado ebrio. No obstante, el consumo de alcohol supone un incremento añadido en la frecuencia de la violencia ejercida. Igualmente, los resultados del estudio ponen de manifiesto que los hombres que no consumen alcohol ejercen violencia en menor porcentaje que los que sí lo hacen". El estudio también añadía: "es ocho veces más probable que se produzca un episodio violento un día en que un hombre ha consumido alcohol que un día en que ese mismo hombre no lo ha hecho".

A pesar de este hecho, en España las campañas públicas contra el alcoholismo se concrentran en la conducción y, en menos medida, en el consumo de alcohol por parte de los jóvenes. Su incidencia en la violencia intrafamiliar es sistemáticamente pasada por alto en los mensajes públicos tal vez porque eso implicaría reconocer que la explicación a priori ofrecida por los socialistas en 2004 era errónea, y supondría aceptar que existen causas diversas en esa forma de violencia que merecen ser analizadas a posteriori, a fin de tomar medidas preventivas.

¿A qué se dedica el dinero que debería servir para proteger a las mujeres?

Así pues, en España se gastan cantidades millonarias en hacer campañas institucionales, crear observatorios y financiar a activistas para combatir un crimen con un diagnóstico equivocado, y todo ello haciendo creer a la gente que esos crímenes pueden ser erradicados si hacemos tal o cual cosa (erradicar el "machismo"). Es la clásica receta utópica que sirve para que el movimiento político que la propone pueda vivir a costa de los contribuyentes sin que el problema que dice querer erradicar se resuelva nunca.

Paralelamente, y como ya estamos viendo, toda esa gran cantidad de dinero malgastada en esos fines se deja de invertir en proteger a las mujeres cuyas parejas tienen una orden de alejamiento, lo cual impide proporcionarles un entorno más seguro en el que vivir. ¿Cuántos recursos policiales, casas de acogida y dispositivos de seguimiento telemático de agresores se podrían financiar con los millones que despilfarra el Ministerio de Igualdad? Es una pregunta que nos deberíamos hacer cada vez que una mujer es asesinada.

En lugar de eso, los socialistas insisten en culpar a quienes critican los errores de estrategia de la izquierda en este asunto, una estrategia que no sirve para combatir eficazmente los crímenes y que está orientada principalmente a imponer a la sociedad la ideología de la izquierda, una aberrante ideología para la cual hay víctimas de primera y de segunda clase en función de su sexo, incluso cuando esas víctimas son niños.

---

Foto: Pixabay.

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Comentarios:

  1. wladimir

    siempre lo supuse….

    que esta tematica de la llamada «violencia de género» era algo puramente ideologico….y si es por esto entonces habria que clasificar a todos los crimenes por «genero» pero eso es tambien algo tan absurdo como esta supuesta «violencia de genero2…

    esto es tan absurdo como la ley de «Solo si es si» otra creacion incoherentre e iligica del regimen Social-Comunista PSOE….

  2. FaramirGL

    Los socialistas no van a permitir fácilmente que acabemos con su negocio del género. Muchos socialistas viven exclusivamente de esto.

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.