Protegía el puerto de Mahón y era uno de los sitios mejor defendidos de España

La formidable Fortaleza de La Mola, en Menorca, y sus enormes cañones Vickers

La isla española de Menorca, en las Islas Baleares, tiene una gran importancia estratégica por su situación en el Mar Mediterráneo.

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Los dos cañones Munáiz-Argüelles de la Batería J-3 de Monteferro, en la Ría de Vigo

Debido a esta situación, Inglaterra invadió esta isla en 1708, aprovechando la Guerra de Sucesión Española (1701-1713), durante la cual los ingleses también se apropiaron del peñón de Gibraltar, en el sur de España. En 1756 Francia se adueñó de la isla, que volvió a manos británicas en 1763. Finalmente, aprovechando la Guerra de Independencia de Estados Unidos (en la que España apoyó a las Trece Colonias), Menorca volvió a manos españolas en 1782. Sin embargo las invasiones de esta isla no acabaron ahí: en 1798 los británicos se adueñaron otra vez de la isla, recuperándola España en 1802.

Después de una historia tan azarosa, la Corona española comprendió la importancia de fortificar Menorca. En 1850, durante el reinado de Isabel II, se inició la construcción de una fortaleza en Mahón, la capital de la isla. Las obras se terminaron en 1875, siendo denominada Fortaleza de Isabel II, aunque es popularmente conocida como Fortaleza de La Mola, por estar ubicada en la península que lleva ese nombre. Su objetivo era proteger los accesos al puerto de Mahón.

Durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), la Fortaleza de La Mola fue elegida como ubicación para dos granes cañones Vickers de 381/45 mm, adquiridos en 1926 como parte de un lote de 18 piezas. Los dos cañones fueron instalados en 1934 en la conocida como Batería de la Punta de Afuera, en la parte oriental de la península, e hicieron sus últimos disparos en 1990. Además, en este lugar también se instalaron cuatro cañones Vickers de 15,24 cm, lo que convertía a esta península en uno de los sitios mejor defendidos de España. En 2007 el Ministerio de Defensa cedió el lugar al Gobierno de las Islas Baleares. Actualmente la Fortaleza de La Mola funciona como un museo militar.

Este domingo, el excelente canal de Youtube Aventuras Entresierras (al que os recomiendo suscribiros) ha publicado un interesante vídeo haciendo un recorrido por esta fortaleza y mostrando sus cañones, que incluyen, además de los citados, un obús M-114 155 mm, un par de cañones de montaña Schneider y un cañón de costa Munaiz Argüelles 150/45:

Podéis ver aquí algunas capturas de este completísimo vídeo, que contiene muchas cosas interesantes. Aquí vemos una parte de la fortaleza, con dos garitas muy bien conservadas. La fortaleza es enorme y tiene largas galerías subterráneas, como podéis ver en el vídeo.

El obús M-114 de 155 mm conservado en la fortaleza. Es un modelo de la Segunda Guerra Mundial. Entró en producción en 1942. España recibió 84 obuses de este tipo en 1955, como parte de la ayuda militar estadounidense, siendo utilizados por el Ejército de Tierra hasta la entrada en servicio de los más modernos obuses Santa Bárbara Sistemas 155/52 en 2005.

Uno de los dos grandes cañones Vickers de 381/45 mm de la Batería de la Punta de Afuera, en la zona oriental de la península de La Mola. Esta zona, por cierto, es el territorio más oriental de España (si excluimos las embajadas de España en países orientales, como bien señala el autor del vídeo).

Uno de los cañones Vickers de 15,24 cm de esta batería. Están oxidados pero conservan su camuflaje original y todas las piezas, incluyendo el cierre y los sistemas de elevación y puntería.

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Comentarios:

  1. wladimir

    interesante…

  2. Berto

    Y todas las impresionantes antiguas baterías de costa de Ferrolterra, abandonadas hace décadas, sin cañones, con maleza infinita y destrozadas.

    Ahora quieren «recuperarlas», supongo que pondrían cañones de cartón…

  3. Si sólo hubiesen abandonado las baterías de Ferrol… Cortaron todos los cañones y desartillaron todas las baterías de esa zona. Habría sido mucho más barato abandonarlas. Es algo incomprensible.

  4. La Mola deja una sensación agridulce. Todo excepto la fortaleza isabelina y la batería de 381mm se cae a pedazos o se corroe por el oxido. No entiendo por qué no se acomete una reconstrucción integral del complejo, la gente no paga los 8 euros de entrada para ver ruinas… bueno, yo sí 🙂

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