Vox vs PP: la diferencia entre distinguirte de un competidor y pretender eliminarlo

Una de las mayores ventajas de una democracia es que te ofrece la libertad para elegir entre distintas opciones en diferentes ámbitos.

Unos muy diferentes invitados: Vox con unos demócratas, PSOE y PP con el PCCh
El evento Viva 24 de Vox lleva a la izquierda a exhibir su alergia al pluralismo ideológico

Las ventaja de tener distintas opciones entre las que elegir

En el plano económico, por ejemplo, el libre mercado te ofrece la posibilidad de lanzar un producto mejor que te distinga de tus competidores, y los consumidores tienen la oportunidad de elegir cuál de los dos productos les parece el mejor. Esa competencia por ofrecer productos mejores a los consumidores es una de las grandes ventajas del libre mercado, ya que contribuye a que los artículos ofertados se correspondan con lo que los consumidores demandan.

Por supuesto, no todos los consumidores quieren lo mismo, y por ello hay distintas empresas ofreciendo productos distintos, que buscan satisfacer a determinados sectores del mercado. Por poner un ejemplo, la Coca-Cola tiene muchos consumidores, pero a mí me gusta más el Kas Naranja, como a muchos españoles. Es una gran ventaja poder disponer de ambos productos y elegir cuál es el que nos gusta.

El lado adverso del mercado: la competencia desleal

Obviamente, no todas las prácticas para distinguirse de un competidor son legítimas: existe lo que se llama competencia desleal, que consiste no en ofrecer mejores productos a los consumidores para que los elijan, sino en intentar eliminar a tus competidores por medios deshonestos. Trasladando esto al ejemplo de las bebidas que he señalado antes, competencia desleal sería que Coca-Cola intentase eliminar el Kas Naranja para que a los consumidores no les quede otro remedio que beber su producto, aunque no sea el que más les gusta.

El pluralismo político, el libre mercado de la esfera política

En el ámbito político ocurre lo mismo. El pluralismo político es el libre mercado de la esfera política. La existencia de distintos partidos que defienden planteamientos diferentes responde al hecho de que en una sociedad no todos pensamos de la misma forma, tal como no nos gustan las mismas bebidas. La posibilidad de votar a distintas opciones políticas es enriquecedora para una sociedad democrática, siempre que esas opciones actúen de forma leal y honesta.

El PP vuelve a filtrar su propósito de eliminar a Vox

Este martes, el Partido Popular (PP) ha filtrado a un diario afín que ha abierto "la veda contra Vox" con el fin de "absorberlo". A decir verdad, este tipo de filtraciones empiezan a resultar algo cansinas. En enero, el PP usó a ese mismo diario (El Mundo) para filtrar que pretendía "engullir" a Vox. La cosa salió mal: en las tres convocatorias electorales que ha habido en los últimos meses (en Galicia, Vascongadas y Cataluña) Vox ha incrementado su número de votantes, un hecho que evidencia que este partido conservador se ha consolidado.

Vox opta por mostrar lo que le diferencia del PP

Como en anteriores ocasiones, Vox está aprovechando la campaña de las elecciones europeas para señalar aquello que lo distingue del PP, algo que es totalmente legítimo. En la ciudad de Madrid, Vox ha colocado una gran lona recordando que el PP y los socialistas del PSOE votan juntos el 89% de las veces en Bruselas. De hecho, populares y socialistas forman una gran coalición en las instituciones europeas, gobernando juntos en la Comisión Europea.

En las elecciones europeas de 2019, Esteban González Pons, del PP, incluso presumió de esa coalición, un mensaje algo torpe si el PP quiere presentarse como un rival de los socialistas en España. En contradicción con ese mensaje de González Pons, ahora el PP está lanzando la idea de que Vox hace una "pinza" con el PSOE, es decir, que el PP intenta convencer a su electorado de que Vox favorece al PSOE, a pesar de que es el PP el que se alía con los socialistas en Bruselas.

Dos estrategias que no son equiparables

Ante esta situación, hay personas que consideran lamentable que el PP y Vox no se pongan de acuerdo, dando a entender que ambos partidos serían responsables por igual de que haya una desunión entre la oposición al gobierno socialista de Sánchez. Esto no es justo. Que los partidos se critiquen entre sí para mostrar sus diferencias es algo legítimo en el juego político de una democracia. Es la forma que tienen de transmitir a los electores qué motivos tienen para apoyarles.

Hay que decir que Vox tiene más fácil esta labor porque tiene un ideario muy definido y se atreve a dar la batalla de las ideas frente a la izquierda. Sin embargo, el PP opta por una imagen de ambigüedad, pero en realidad ha venido asumiendo las tesis ideológicas de la izquierda en cuestiones como la ideología de género, el aborto, el ecologismo radical, etc. La asimilación de las ideas de la izquierda por parte del PP tiene un propósito: está compitiendo con el PSOE por el voto socialista. Por eso el PP lanza mensajes añorando al viejo PSOE, que era sustancialmente lo mismo que el actual.

La costumbre del PP de mentir y engañar a sus votantes

Competir por un mismo sector del electorado, transmitiéndole que sus ideas son las del PP, es algo totalmente legítimo. Lo que no es legítimo ni honesto es mentir y engañar. Cuando antes de una convocatoria electoral el PP pide unificar el centro-derecha y "no dividir los votos" para hacer frente a la izquierda, y después de las elecciones el PP hace las mismas políticas que la izquierda, no deroga las leyes socialistas e incluso se alía con los socialistas en Bruselas, lo que hace es mentir y engañar a sus votantes. Por supuesto, aunque sea legítimo y deshonesto, mentir es legal, pero es algo torpe: muchos votantes dejan de creer en el PP y deciden votar a otras opciones (o incluso abstenerse). Ése es el motivo por el que existe Vox y por el que este partido se ha consolidado.

En una campaña electoral, lo legítimo y honesto sería que el PP pidiese a los votantes de Vox que le apoyen para promover el aborto, la ideología de género, el ecologismo radical, la Agenda 2030, etc. Podrás estar o no de acuerdo con esas ideas, pero en nuestra democracia hay libertad para defenderlas. El PP no hace eso porque sabe que perdería muchos votos conservadores, y en lugar de eso mantiene la ficción de presentarse como una opción de centro-derecha, a pesar de que en la práctica ya actúa como un partido de centro-izquierda.

El PP quiere eliminar a Vox porque no tiene nada convincente que ofrecer a sus votantes

Así llegamos a la cara fea del libre mercado en la política: la competencia desleal. Como el PP sabe que no puede competir con Vox en el plano de las ideas, lo que pretende es eliminar a ese competidor. Es decir, el PP pretende que los votantes de Vox no tengamos la oportunidad de votar al partido que nos gusta y que no tengamos otro remedio que votar al PP, y para eso incluso hace cosas tan rastreras como dejar a Vox fuera de debates electorales, para que muchos electores crean que no existe esa alternativa. Es como intentar forzarme a beber Coca-Cola eliminando el Kas Naranja y diciéndome que ambos refrescos tienen el mismo sabor.

Vox no lanza ese tipo de mensajes, así que no es justo equiparar las estrategias de ambos partidos. Vox hace lo que un partido político debe hacer en una contienda electoral, que es diferenciarse de sus rivales, también mediante la crítica. Lo que hace el PP es una competencia desleal, que es pretender eliminar a un rival porque no puede ofrecer nada convincente a los votantes de Vox, que ya estamos muy escarmentados de los engaños del PP. La democracia se degrada con esas prácticas contrarias a la libre competencia. El PP nos quiere convencer de que lo mejor para nosotros, para España y para la Libertad es que tengamos menos opciones donde elegir. Otra mentira más.

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Fotos: Vox Congreso / Partido Popular.