Los genocidios por los que la izquierda no protesta mientras calumnia a Israel

Elentir EN Mar 14·5·2024 · 19:25 2

Las acusaciones falsas de "genocidio" contra Israel para encubrir los crímenes de Hamás tienen otro efecto igual de perverso.

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Ese efecto es la banalización de los auténticos genocidios, empezando por el Holocausto, equiparándolos con la mera existencia de bajas civiles en una guerra (que ha sido provocada, además, por los terroristas de Hamás, algo que no debemos olvidar), en un burdo intento de equiparar a los judíos con los nazis, es decir, a víctimas y verdugos, para beneficio de los segundos. Es una forma de antisemitismo que ya es muy vieja y que ahora ha sido asumida por el islamismo y la extrema izquierda.

La izquierda española no condena los crímenes comunistas

Otro efecto de esa acusación calumniosa contra Israel es el ocultamiento de los auténticos genocidios que ha habido en el último siglo y que sigue habiendo en la actualidad, unos genocidios contra los que la izquierda occidental no protesta, mientras se dedica a demonizar al Estado de Israel y lanzar falsas acusaciones contra él. Además del Holocausto, que asesinó a 6 millones de judíos y a 2,5 millones de polacos étnicos, entre otros colectivos de víctimas, debemos recordar también los más de 100 millones de muertos a manos del comunismo, con cifras tan espeluznantes como las de China, donde esa ideología totalitaria es la responsable de la muerte de hasta 82 millones de personas.

Hace tres años, en el Congreso de los Diputados, la misma izquierda antisemita que hoy calumnia a Israel votó en contra de la condena europea de los crímenes del comunismo y del nazismo, una condena que recordaba los crímenes de genocidio perpetrados por ambas ideologías totalitarias "a una escala hasta entonces nunca vista en la historia de la humanidad". Durante el debate de esa condena, los socialistas y sus socios de la extrema izquierda ensalzaron abiertamente el comunismo, calificando a conocidos criminales comunistas como "luchadores por la libertad". Son los mismos cínicos que hoy lanzan falsas acusaciones contra Israel.

El genocidio sufrido por los cristianos armenios

Así mismo, entre 1915 y 1923 el Imperio Otomano y Turquía perpetraron el genocidio armenio, con 2 millones de cristianos armenios asesinados en ese país de mayoría musulmana. En la Unión Europea sólo Alemania, Francia e Italia han reconocido este genocidio, que también ha sido denunciado por el Vaticano. La izquierda española no ha hecho nada por denunciarlo.

El genocidio contra los cristianos de Nigeria

Por otra parte, y aunque muchos medios apenas se hagan eco de ello, hoy en día se están perpetrando crímenes de genocidio en varios países. La ONU, que exhibe un descarado sesgo contra Israel, no parece muy preocupada con ello. Los genocidios que voy a señalar a continuación se corresponden con la calificación que señala el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, es decir, los actos perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, algo que no se da en Gaza, donde Israel intenta minimizar las bajas civiles con medidas para evacuar a la población que no se ha molestado en tomar ningún otro ejército en toda la historia.

Desde hace años vengo denunciando uno de los genocidios más claros: el que están sufriendo los cristianos en Nigeria a manos de los islamistas. En diciembre señalé aquí que ya son más de 52.000 los cristianos asesinados por islamistas en los últimos 14 años. La izquierda no sólo no protesta contra este genocidio sino que además intenta silenciarlo. En mayo de 2022, la izquierda tumbó un debate en el Parlamento Europeo sobre la persecución a los cristianos que hacía referencia a Nigeria. En junio de 2022, en la Asamblea de Madrid, la izquierda tumbó una declaración de condena contra una masacre contra 40 católicos en Owo, Nigeria, una declaración propuesta por Vox.

Las acusaciones de genocidio contra Rusia por la invasión de Ucrania

Por otra parte, Polonia, Lituania y Estonia han acusado a Rusia de cometer crímenes de genocidio en Ucrania, un país en el que los invasores rusos están llevando a cabo ataques indiscriminados contra la población civil y han perpetrado masacres contra civiles desarmados, con víctimas que incluyen a hombres, mujeres y niños. La extrema izquierda no ha llevado a cabo ni una sola manifestación de protesta contra esos crímenes. De hecho, muchas organizaciones de extrema izquierda se alineana abiertamente con la propaganda del Kremlin.

El genocidio de Ruanda

Otro de los genocidios más famosos del siglo XX fue el genocidio de Ruanda de 1994, en el que entre 500.000 y 800.000 tutsis fueron asesinados por parte de miembros de la etnia hutu. Muchos de los asesinatos se cometieron a machetazos. La réplica a este genocidio tuvo lugar entre 1996 y 1997, cuando unos 200.000 hutus fueron masacrados en el Zaire (actual República Democrática del Congo) por parte de fuerzas apoyadas por el nuevo gobierno de Ruanda en la llamada Primera Guerra del Congo. Entre 1998 y 2003, en la Segunda Guerra del Congo, 60.000 miembros de los pueblos pigmeos fueron asesinados, siendo mucha de las víctimas, además, canibalizadas por ambos bandos.

El genocidio de Darfur, en Sudán

Sin salir de África, en 2003 se inició el llamado genocidio de Darfur, en el que según diversas estimaciones han sido asesinadas entre 200.000 y 300.000 cristianos y animistas por parte del gobierno islamista de Sudán. Así mismo, en la vecina Etiopía, fuerzas de los gobiernos de Etiopía y Eritrea han sido acusadas del asesinato de entre 385.000 y 600.000 en la región de Tigray entre 2020 y 2022, en una de las guerras más mortíferas del siglo XXI. Unas muertes a las que hay que añadir violaciones masivas de mujeres.

Los crímenes de genocidio de los terroristas del ISIS

Pasando a Asia, los terroristas del ISIS han cometido crímenes de genocidio en Irak y Siria, con miles de yazidíes asesinados en Irak (y otros miles, además, sometidos a la condición de esclavitud, además de violaciones masivas de mujeres y niñas). Muchos cristianos fueron también asesinados por esos terroristas, que convirtieron las zonas bajo su control en un infierno. En 2016 el Parlamento Europeo condenó los crímenes de genocidio perpetrados por el ISIS, pero la extrema izquierda se desmarcó de esa condena. La misma extrema izquierda que ahora calumnia a Israel.

El genocidio de Yemen

Más al sur, la Guerra Civil en Yemen, iniciada en 2014, había matado a unas 377.000 personas en 2021, 150.000 de ellas por muertes violentas. La cifra total de muertos incluiría 85.000 niños fallecidos por inaninición. Se da la circunstancia de que en esa guerra, los terroristas hutíes, apoyados por Irán, se han dedicado también a lanzar ataques contra Israel y contra barcos de varios países que navegan por el Mar Rojo. En diciembre, la izquierda española se opuso a participar en una coalición internacional para frenar esa amenaza.

Los genocidios de Birmania y la China comunista

Más al este, la dictadura militar de Birmania está llevando a cabo un genocidio contra el pueblo rohinyá, provocando un éxodo de cientos de miles de personas. Tal vez de esto apenas se habla en occidente porque esa dictadura está apoyada por la China comunista, un régimen totalitario que, a su vez, está perpetrando hoy en día un genocidio contra el pueblo uigur, en la región de Sinkiang, en el noroeste del país. Sobre esto la izquierda no habla por la ideología comunista de esa dictadura, con la que socialistas y comunistas españoles mantienen cordiales relaciones.

El genocidio tamil en Sri Lanka

Finalmente, el gobierno de Sri Lanka, de la mayoría cingalesa y de religión budista, también ha sido acusado de cometer un genocidio contra la minoría tamil, de religión hindú, durante la guerra civil que asoló a ese país entre 1983 y 2009. La ONU calculó que esa guerra provocó entre 80.000 y 100.000 muertos en un país que hoy en día tiene 22 millones de habitantes. La izquierda europea no ha mostrado interés por el tema tal vez porque no ha encontrado la forma de culpar a Israel.

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Foto: Fanny Schertzer. Calaveras del genocidio de Ruanda.