Los socialistas afrontan una situación difícil por su alianza con el separatismo

Sánchez hace un 'Mayor Kong' en Cataluña y queda otra vez en manos de Puigdemont

Los socialistas ganaron ayer las elecciones catalanas con 42 escaños, pero no están en condiciones de poder disfrutar de esa victoria.

El Partido Popular lleva meses soñando con 'engullir' a Vox y otra vez ha fracasado en eso
El separatismo catalán anuncia otro golpe y deja a Sánchez sin coartada para la amnistía

Sánchez se apoyó en Puigdemont y ahora éste exige gobernar

Los resultados de las elecciones dejan un escenario endiablado para el partido de Pedro Sánchez. Uno de sus socios de legislatura, ERC, se descalabra, perdiendo 13 escaños y quedándose con 20. La coalición encabezada por los comunistas de Sumar cae dos escaños y se queda con 6. Si los socialistas quisieran gobernar con un tripartido de izquierdas podrían hacerlo, ya que la mayoría absoluta está en 68 escaños, pero ERC ya ha anunciado que estará en la oposición.

Además, los separatistas de Junts han ganado 3 escaños y pasan de 32 a 35. Con su amnistía inconstitucional a cambio del apoyo de Junts a su reelección, Sánchez ha dado un balón de oxígeno al partido de Puigdemont y ahora vuelve a depender de él. Anoche, el prófugo de la Justicia ponía un precio más a su apoyo a Sánchez: Puigdemont ha dicho que quiere gobernar en Cataluña pese a quedar segundo, alegando que la distancia entre el PSOE y Junts en esa región "no es diferente de la que existe entre PP y PSOE" en el Congreso, donde gobierna el PSOE tras haber quedado segundo en las últimas elecciones generales.

Un resultado que sólo garantiza más inestabilidad

Anoche, ignorando esos hechos, Sánchez se lanzaba a anunciar: "Desde hoy se abre una nueva etapa en Catalunya". Dejando al margen que el presidente del gobierno de España no sepa que el nombre de esa región en español es "Cataluña", lo que se ha iniciado es otra situación más en la que los socialistas están en manos de Puigdemont, y todo porque Sánchez decidió que su reelección justificaba ceder en todo al cabecilla del golpe separatista de 2017. Los resultados de anoche sólo garantizan más inestabilidad en Cataluña y en el resto de España, por culpa del afán de Sánchez de asociarse con un malhechor que está fugado de la Justicia por sus cuentas pendientes por aquel golpe.

Una celebración como la del Mayor Kong

Así pues, el éxito del Partido Socialista en estas elecciones es una gloria tan efímera como la del Mayor Kong cuando logró desatascar la bomba nuclear en la bahía de armas de un bombardero B-52 en la película "¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú" (1964) de Stanley Kubrick, y lo celebró gritando de alegría mientras caía montado en la bomba que él mismo había lanzado, para segundos después morir con ella.

Los socialistas podrían gobernar si tuviesen el apoyo del PP y Vox

Lo irónico es que numéricamente hablando los socialistas podrían gobernar en Cataluña sin necesidad de asociarse con los separatistas, pero para ello necesitarían el apoyo de dos partidos a los que ha demonizado: el Partido Popular, que abrió la puerta a apoyar a Salvador Illa si rompía con los separatistas, y Vox, que rechaza cualquier acuerdo con los socialistas tras el cordón antidemocrático impuesto por éstos contra ese partido y tras las alianzas del PSOE con comunistas, separatistas e incluso con quienes no condenan el terrorismo de ETA.

Sánchez tendrá que sacrificar a Illa si quiere seguir en el poder

Así pues, Sánchez está atado al separatismo, desde que puso su reelección y su permanencia en el poder en manos de los enemigos de España. Ahora, Sánchez no tiene otro remedio que sacrificar a Salvador Illa y darle el gobierno catalán a Puigdemont (y seguir cediendo a todos sus caprichos) si quiere conservar el gobierno de España, pero eso podría provocar una fractura interna en el Partido Socialista, en el que ya se inició el debate sobre la sucesión de Sánchez tras su reciente farsa de que pensaba dimitir. El propio Sánchez ha elegido cabalgar sobre una bomba, como el Mayor Kong.

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Comentarios:

  1. Lunaa

    Sánchez no es un tonto al que pasan cosas sino un intrigante que consigue lo que quiere a base de traicionar. Está exactamente donde quería y cumpliendo algo que tienen programado desde hace mucho: La destrucción de la normalidad. No hay más que ver la historia de su partido para darse cuenta de que ese es su objetivo desde hace 150 años.

    Ahora puede decir aquello de «porque me obligan». Pero el caso es que hace la cosa y encima queda completamente pretextada. ¿Verdad que no va a formar el pacto con PP y Vox?, pues ya es lo que dije, que le pasan unas cosas y otras no porque no hace nada que no quiera.

    Y a saber quién es el que manda que pasen estas cosas y a quien Sánchez obedece, qué ornamentos lleva sobre el mandil.

  2. Berto

    Con tal de seguir quemando keroseno con nuestros impuestos, Sánchez vende a su familia al completo si hace falta.

    Illa Mascarillas que se despida de gobernar Cataluñistán.

  3. Alberto77

    Un senador del PP llama a VOX «extrema derecha» y lo equipara a la CUP: «Se ha quedado una Cataluña muy modera»

    https://gaceta.es/espana/un-senador-del-pp-llama-a-vox-extrema-derecha-y-lo-equipara-a-la-cup-se-ha-quedado-una-cataluna-muy-moderna-20240513-1242/

  4. wladimir

    asi es…

    acaso Sanchez el Magnifico creia que esos votos que le dio Puigdemont y sus aliados iban a ser de gratis?…para nada…y por supuesto Puigdemont va a cobrarle ese respaldo con intereses….

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.