Pablo Iglesias ya no soporta las críticas en Twitter: así está blindando sus comentarios

La mala gestión del Gobierno durante la pandemia y la nueva vida de lujo que lleva el jefe de Podemos le han convertido en el blanco de muchas críticas.

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Avalancha de críticas en Twitter a Iglesias desde su llegada al poder

Como está ocurriendo en muchas cuentas de Twitter de miembros del Gobierno socialista-comunista, los mensajes publicados por Pablo Iglesias vienen acumulando desde hace meses una gran cantidad de críticas. El jefe de Podemos se ha esforzado en bloquear a los usuarios que le parecían más molestos (yo figuro entre los bloqueados), pero esa medida no debió parecerle suficiente.

Ya sólo permite contestar a las personas a las que él sigue

Este martes, en un tuiteo del jefe de Podemos con un vídeo de una intervención suya en el Senado en la que afirmaba que la derecha "ha normalizado la mentira", apareció el siguiente aviso de Twitter bajo el mensaje de Pablo Iglesias:

Se trata de un cambio que introdujo Twitter en mayo, y que permite que el autor de un tuiteo restrinja las respuestas al mismo sólo a las personas a las que sigue y a las que haya mencionado en su mensaje.

Se acabó criticar la nueva vida de 'casta' de Pablo Iglesias

Hasta entonces, muchos mensajes del jefe de Podemos en esa red social tenían cientos de contestaciones. Aprovechando esa opción, muchos ciudadanos le hacían llegar sus críticas a Pablo Iglesias y a menudo también le dejaban en evidencia, algo que ha ido en aumento a medida que el dirigente de extrema izquierda ha ido asumiendo el estilo de vida de esa "casta" a la que tanto criticaba cuando estaba en la oposición.

Parece que Pablo Iglesias le ha cogido el gusto a esto de que sólo sus amigos puedan comentar sus tuiteos, dejando mudos a millones de tuiteros, entre ellos la amplia mayoría de sus 2,6 millones de seguidores (es precisamente uno de los motivos por los que muchos famosos no activan esa opción: queda feo ponerle un "mute" a la propia gente que te sigue y que comparte tus publicaciones). El martes por la noche, Iglesias volvió a blindar otro tuiteo, esta vez sobre los Presupuestos Generales del Estado, un asunto de interés general.

El dirigente de ultraizquierda aplica ese blindaje a cada vez más tuiteos

El miércoles por la mañana hizo lo mismo en otro tuiteo con vídeo. Después de dos tuiteos en abierto, con una avalancha de críticas en el segundo (que hablaba sobre el ataque del Gobierno a la educación diferenciada), Iglesias blindaba un tuiteo en defensa de la lengua romaní, tal vez imaginándole la que le iba a caer encima publicando eso dos días después del pacto de PSOE, Podemos y ERC para desterrar la lengua española de los colegios catalanes:

Ayer Iglesias volvió a blindar el único tuiteo que publicó en todo el día, casi con el mismo contenido sobre los PGE que el tuiteo -también blindado- que publicó el sábado por la noche. Hay que decir que esto no le libra a Iglesias de leer críticas en Twitter: ahora le llegan a través de los retuiteos con cita, que se ha convertido en la única vía para replicar al jefe de Podemos en su cuenta. La desventaja es que las respuestas que llegan por esa vía no se leen bajo el mensaje de Iglesias, con lo que el jefe de Podemos da así la impresión de que le apoya más gente, aunque no sea verdad.

Los tiempos en los que Podemos hablaba de la «Ley Mordaza 2.0»

Resulta significativo que Iglesias se haya apuntado a este blindaje de sus comentarios en Twitter la misma semana que su Gobierno ha presentado un plan contra la "desinformación" que ha sido criticado como una forma de censura desde la oposición política, desde las redes sociales y desde algunos medios de comunicación. Recordemos que hace dos años Podemos tachó de "Ley Mordaza 2.0" una medida similar que propuso el PP.

Sin embargo, el pasado mes de abril el partido de extrema izquierda, ya en el poder, demostraba su alergia a las críticas con una denuncia ante la Fiscalía afirmando la existencia de una supuesta "organización criminal" cuyo propósito sería atacar al Gobierno. Han bastado unos meses en el Gobierno para que Podemos sacase a la luz esa actitud liberticida tan típica de los comunistas.

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Foto: Podemos.